
Siempre que miro al cielo me pregunto donde estará el paraíso, si realmente existirá y por qué cuando clavo la mirada en la luna, el sol y las estrellas jamás vi siquiera una ánima de las miles que ya se marcharon hacia allá. De la misma forma me pregunto donde está el infierno, ¿se encontrará en la misma tierra?, ¿si es así por qué no hemos visto aun a Satán?, ¿es un submundo como siempre lo denominan?, ¿por qué el paraíso está arriba en lo alto y el infierno tan abajo?... ¿Será que tanto el infierno como el paraíso están en la misma tierra, aquí y ahora pero en un plano o en una dimensión paralela, aparte e independiente?. Cielo y tinieblas... ¿Real o mito urbano?. Las preguntas me invaden y los deseos de verificar o desmentir las interrogantes que me planteo me superan. A veces también tengo la duda de si la tierra en si es el infierno pues está llena de maldad e injusticia, puede ser una prueba para superar la adversidad y tratar de vivir feliz en un lugar en donde lo malo reina... No lo sé.
Siento que morir no es una fatalidad sino un privilegio, es el fin de una etapa, el premio divino: Abandonar el "infierno terrenal" para así subir y alcanzar el nirvana. O también puede ser (por qué no) el castigo divino: vivir siempre viendo la injusticia y fatalidad de la maldad, eternamente.
Estos postulados confunden mi mente.